El riesgo puede ser definido como la volatilidad de los flujos financieros no esperados, generalmente derivada del valor de los activos o los pasivos.

En el caso del portafolio de la Administración Distrital, está asociado a la volatilidad de los activos financieros representados en títulos valores del orden nacional como internacional, causados por cambios de mercado,  dentro del cual se encuentra la volatilidad de las tasas de interés y del tipo de cambio, los cuales causan incertidumbre debido a posibles pérdidas financieras.

En la Nación  como en el Distrito los factores que se toman como referencia para invertir son los mismos. Estos son, fluctuaciones en la tasa de interés, variaciones en la tasa de cambio, entre otros. Políticas macroeconómicas que no siempre son predecibles, lo cual incrementa el  riesgo de una  inversión, mas en una economía que básicamente durante  los tres  últimos años no ha mostrado los mejores indicadores que permitan mantener un crecimiento estable.

Los noventa y el nuevo milenio han mostrado periodos de alta volatilidad debido a varios factores, entre otros, la globalización de los mercados y cambios en la estructura política y financiera creando incertidumbre entre los inversionistas. Esta volatilidad ha implantado la necesidad de utilizar productos derivados tales como: SWAPS, FORWARDS, Canasta de Monedas, entre otros; los cuales deben asumir un lugar importante en el acervo de instrumentos financieros de protección, frente a los cuales el Distrito Capital no puede ser ajeno, más aún, dados los cambios presentados en el sector financiero colombiano y las fluctuaciones repentinas que han venido ocurriendo con la volatilidad de la TRM. 

Esta situación  obliga a analizar más cuidadosamente en que tipos de riesgos  financieros pueden incurrir las entidades de la  Administración Distrital al pretender conformar sus portafolios de inversión principalmente en títulos de renta fija, que es donde mayormente  se mantienen  recursos invertidos.

3.1  Riesgo de Mercado

Se deriva de cambios en los valores de los títulos negociados causado por la volatilidad de las variables que afectan el entorno económico y financiero, tales como la tasa de interés, y el tipo de cambio.

Como ya se comentó, en Colombia,  los cambios repentinos  ocurridos en el seno de la economía han planteado diferentes alternativas de negociación, ya sea adquiriendo documentos transados en los mercados dentro de los cuales se encuentran los Bonos, los Títulos de Tesorería, los Certificados de Depósito a Término o los depósitos en  moneda extranjera  como el que ha venido ocurriendo con algunas entidades del Distrito, que mantienen dólares en cuentas del exterior, o recursos invertidos en bonos Yankee representados en dólares.

En este escenario las entidades han visto como sus depósitos se han diezmado debido a la reducción presentada en la TRM principalmente durante el segundo semestre de 2001, situación comentada en el punto 1.3 de este estudio, y que hubiese sido una pérdida real significativa, si se hubieran monetizado debido a que se invirtió cuando el precio del dólar estuvo por encima de la banda del corredor monetario.

Dado lo anterior, es de entenderse entonces que las entidades de la administración que desarrollen actividades de tesorería deberán realizar permanentemente una medición de los riesgos de tasa de interés, tipo de cambio y precio, y en consecuencia, las posiciones que conformen los portafolios de tesorería deben ser valoradas periódicamente a precios de mercado, así como se debe contar con un sistema que permita determinar el valor de las posiciones vigentes bajo distintos escenarios de tasas y volatilidades, con el fin de que permita tomar una decisión al momento de negociar un documento en el mercado secundario, o analizar que otra alternativa puede ser la más conveniente.
  

3.2  Riesgo Crédito

Se presenta cuando las contrapartes están poco dispuestas o imposibilitadas para cumplir sus obligaciones contractuales.

Aunque en el Distrito esta situación es de poca ocurrencia debido a que la mayoría de las inversiones se encuentran realizadas con el Gobierno en una proporción del 59.1% con calificación de riesgo soberano, no siempre esta tendencia puede mantenerse. Hay que mirar que el otro 40.9% esta asociado con operaciones realizadas en organismos financieros del sector privado, donde el riesgo crédito si puede conducir a pérdidas cuando son calificadas estrictamente por las firmas calificadoras de riesgo de inversión, o por el mismo comité de riesgo de la Secretaría de Hacienda a través de la Tesorería, que como es bien sabido esta dependencia de conformidad con el artículo 86 del decreto 714 de 1996 fija los cupos para inversiones financieras para algunas entidades del sector financiero, teniendo en cuenta el resultado del estudio financiero basado en los datos de los balances consignados en la Asociación Bancaria y en la relación de solvencia de la Superintendencia Bancaria, así como las calificaciones de riesgo publicadas por las calificadoras Duff & Phelps  y Bankwatch Ratings.

3.3  Riesgo de Liquidez

El riesgo de liquidez asume dos formas: Liquidez / mercado y flujo de efectivo / financiamiento. El primer tipo se presenta cuando una transacción no puede ser realizada a los precios prevalecientes en los mercados debido a una baja operatividad en el mercado. El segundo tipo de riesgo se refiere a la incapacidad de conseguir obligaciones de flujos de efectivo necesarios, lo cual puede forzar a una liquidación anticipada, transformando en consecuencia la posible  pérdida de un título, en una pérdida real.

Como se ha venido comentando, la liquidez del mercado financiero en Colombia durante la vigencia 2001 presentó desequilibrio debido a la poca disponibilidad de la oferta monetaria por parte de las entidades financieras y del mismo gobierno, que con el fin de controlar la meta de inflación redujo el circulante, viéndose afectada la demanda agregada y por consiguiente los niveles de ahorro e inversión, dentro de los cuales forma parte activa la conformación de los portafolios de inversión distrital.

Esta tendencia produjo en la Administración Central (S. de Hacienda), un alto riesgo al no gestionarse oportunamente la consecución de recursos que permitieran financiar los requerimientos de caja para atender obligaciones contractuales como operacionales, situación que condujo a utilizar durante el 2001 recursos del portafolio de inversiones representados en moneda extranjera, que al ser monetizados se recibieron menos pesos debido al impacto del diferencial cambiario ya comentado.

3.4   Riesgo Operacional

En cuanto a este riesgo, presentado como resultado de sistemas inadecuados, fallas administrativas, y controles internos defectuosos, es conveniente comentar la ausencia de controles que puedan presentar algunas entidades al momento de constituir o realizar una inversión, tales como el conocimiento adecuado de las condiciones del mercado, investigación sobre variables que puedan afectar el curso de una operación financiera dentro de la cual estaría el estudio previo del emisor,  posición de un emisor en el ranking de calificación otorgado, el desconocimiento sobre el  seguimiento de la cadena de endosos de un documento cuando se negocia en mercado secundario, situaciones que afectan la transacción de los títulos adquiridos y ponen en alto riesgo el portafolio de inversión, sobre los cuales hay que ejercer un control claro y persistente máxime cuando se trata de recursos públicos con destinación específica.

Los lineamientos, considera este órgano de control, que deberían tenerse en cuenta para mitigar este riesgo entre otros pueden ser los siguientes:

-         Que existan líneas de autoridad, donde la dependencia de funciones y las reglas de actuación sean claras, coherentes y de obligatoria observancia por parte de las personas involucradas.

-         Los procedimientos de negociación, medición, control de riesgos y cierre de operaciones estén documentados y sean del conocimiento de todo el personal.

-         Las operaciones deben ser registradas adecuadamente y deben estar individualmente documentadas.

-         Que exista un plan de contingencia indicando que hacer en caso de cambios coyunturales en los mercados, los cuales estén por encima de los límites establecidos a cualquier tipo de riesgo.

-         Los parámetros utilizados en las aplicaciones informáticas de medición y control de riesgos, deben estar dentro de los rangos de mercado y ser revisados periódicamente.

3.5   Riesgo Legal

Se da cuando la contraparte no tiene autoridad legal o regulatoria para realizar una transacción. En el Distrito esta potestad la tienen los tesoreros de cada entidad. Sin embargo, no existe en algunas entidades una norma que regule la forma y condiciones en que deban transarse las operaciones financieras, referida principalmente a los límites de cuantía por la que debe realizar un tesorero una operación de  compra y venta de títulos valores.

Aquellas transacciones que sobrepasen ese límite previamente autorizado,  deberían ser sometidas a consideración de un comité especializado de cada entidad; así se reduciría el riesgo legal y se diversifica la responsabilidad legal en la toma de decisiones. Claro está que la custodia, conservación y cobro de intereses de los portafolios de la Secretaría de Hacienda, EAAB, ETB y EEB están bajo la responsabilidad del Depósito Centralizado de Valores DECEVAL, pero la compra y venta de documentos en el mercado es responsabilidad de cada entidad.     

En las condiciones actuales, la renta fija es el instrumento ideal para los inversionistas que prefieren permanecer a la espera de  una señal más clara sobre el rumbo de la economía, aunque pueden no ser los más rentables, representan inversiones cautelosas, eso si, siempre y cuando se hagan en entidades que tengan una buena calificación de riesgo y estén vigiladas por la Superintendencia Bancaria.

 En las actuales circunstancias, los bonos soberanos ofrecen una buena alternativa de inversión pues representan papeles emitidos y garantizados por el Gobierno. Estos generalmente  son considerados de cero riesgo dadas la calidades del emisor; la Administración Distrital mantiene recursos invertidos en ellos al mostrar un saldo por $367.876 millones  valor que representa el 34.1 % del portafolio Distrital, lo cual hace que el riesgo de su portafolio se reduzca. Sin embargo, recientes experiencias como la de Argentina definitivamente demuestran que hay un riesgo asociado a esta alternativa. 

Luego, los Bonos Yankees o Bonos de Deuda Soberana Colombiana, emitidos y colocados en el mercado de Estados Unidos, representan una inversión atractiva a pesar del mayor riesgo implícito, producto de una alta calificación de riesgo país; es de esperarse que estos documentos sigan teniendo liquidez en el mercado por la rentabilidad que ofrecen y en razón a que sus intereses no están sujetos a retención en la fuente. La EEB presentó un saldo de $155.074 millones cifra que corresponde al 36.2% del valor de su portafolio, la ETB presentó un saldo a 31 de diciembre en estos documentos por $117.986 millones equivalentes al 93% de su portafolio, la EAAB reflejó un saldo de $ 55.162 millones, el 37.2% de su portafolio y el fondo cuenta del DAMA mostró un saldo por $28.222 millones representando el 17.8 % del portafolio.

Otro de los aspectos que vale la pena resaltar son los  Títulos de Tesorería (TES) emitidos por el Gobierno Nacional con diferentes plazos, que fluctúan entre 1 y 10 años a tasas fijas, indexados al índice de Precios al Consumidor, y emitidos en Unidades de Valor Real UVR. El Distrito a 31 de diciembre de 2001 mantuvo un saldo en estos documentos por $146.051 millones los cuales representan un 14.0% del portafolio distrital. Del mismo modo que los bonos, presentan bajo riesgo, y fueron uno de los instrumentos que presentaron a lo largo del año la mejor alternativa de inversión  Distrital.

La modalidad de TES en dólares ofrece una mayor rentabilidad, producto de la diferencia en la tasa de cambio al momento de liquidar el papel. En el 2001, estos papeles no resultaron muy rentables por la baja devaluación (no implica que estén exentos  de riesgo dada la situación de orden público unida a la calificación de riesgo país ya comentada). Estos títulos están amparados por el Gobierno Nacional, el Distrito en estos documentos reflejó un valor al cierre del año por $89.645 millones, con tasas que fluctuaron entre el 12 y 12.3% Efectiva Anual.

Si las tasas de interés continúan su cascada decreciente, la inversión en CDT no será la mejor. Esta opción representa sin embargo una inversión de bajo riesgo con una rentabilidad normal. Las distintas modalidades de CDT que ofrece el mercado, con plazos de 30 a 360 días, permiten a las entidades Distritales determinar el tipo de papel que más se acomoda a las necesidades de liquidez;  situación que al observar las tendencias de inversión promedio presentadas por la Administración durante el 2001 con plazos máximo de 180 días se pudo constatar que se mantuvo recursos al cierre del año por $194.271 millones representados en ellos.

En el mercado existen además los CDT en dólares, que aún las Entidades Distritales no han  puesto atención en ellos. Pues presentan otra alternativa atractiva ya que su rentabilidad está determinada no solo por los intereses que ofrecen, sino por la devaluación. Actualmente, estos papeles están rentando entre 2% y 5% en dólares, que asumiendo una devaluación del 7% para la vigencia de 2002 podrían traducirse en rentabilidades del orden de 9 y 12.4 puntos porcentuales.

Finalmente, la renta fija ofrece a las entidades de la Administración Distrital una gama de alternativas que pueden ajustarse a su perfil de riesgo, permitiendo elaborar portafolios diversificados en los que es posible combinar distintos instrumentos, dependiendo del riesgo y la rentabilidad esperada. Es entonces, tarea y responsabilidad de la Administración conformar sus portafolios de inversión donde se incorporen una serie de factores tanto económicos como financieros con el propósito de obtener la mejor rentabilidad con el menor riesgo posible.

Independiente  de la probabilidad de riesgo de  los anteriores documentos, veamos que puede ocurrir con el manejo de recursos en cuentas de ahorro y cuentas corrientes.

Las cuentas de ahorro no otorgan una rentabilidad atractiva, pues en muchas ocasiones generan rendimientos  reales negativos. Si la tasa de interés que genera la cuenta está por debajo del índice de inflación, la rentabilidad es negativa, y esto quiere decir que el dinero ha perdido valor. Durante el 2001 la rentabilidad promedio de las cuentas de ahorro en Colombia fue del 4% frente a una inflación del 7.65%. Si a esto se le suma además el 7% por retención en la fuente, y el impuesto del 3x1.000, claro está para entidades sujetas al pago de impuestos. Porque las que están exentas, su rentabilidad es del 8 o 9 puntos porcentuales como es el caso de la Secretaría de Hacienda y los Establecimientos Públicos de la Administración Distrital.

Las cuentas de ahorro considera esta Contraloría, deben ser utilizadas más como un instrumento por medio del cual se tiene disponibilidad inmediata de dinero, para atender compromisos u obligaciones inmediatas, donde produce  algo de interés, que comparado con una cuenta corriente, en la cual el dinero es totalmente improductivo.